Bizarre Creations fue un estudio fundado en 1991 en Reino Unido, conocido originalmente como Raising Hell Software. A partir de 1994 sería cuando adquiriría su segundo nombre y se haría principalmente conocido por ser uno de los pocos capaces de competir de tú a tú con la saga Gran Turismo gracias a varias franquicias de conducción. La compañía también desarrolló varios títulos de Formula 1 para Playstation y se encargó de la franquicia Fur Fighters durante el inicio de la era Dreamcast.
Si hay un título estrella de este estudio ese es sin duda Metropolis Street Racer. El título de conducción llevaba al máximo el hardware de Dreamcast y suponía como decíamos una alternativa a la altura de la conocida saga de Polyphony Digital y Sony en Playstation. Al igual que la mayor parte del catálogo de la consola de Sega, se vio negativamente afectado por la situación general de la compañía japonesa, por lo que no llegó nunca a convertirse en un fenómeno de ventas ni a contar siquiera con una secuela.
El estudio abandonaría rápidamente Dreamcast en favor del nuevo contendiente que se sumaba a la guerra de consolas: Microsoft. Al no poder utilizar la marca Metropolis Street Racer en Xbox, el estudio creó de cero otra franquicia, Project Gotham Racing, que bajo la misma fórmula que su predecesor espiritual, también se convirtió en un referente dentro del incipiente catálogo de la primera consola de Microsoft.
La saga Project Gotham Racing vería hasta cuatro entregas entre Xbox y Xbox 360, hasta que Microsoft finalmente encontró su propio Gran Turismo con la saga Forza. En ese entonces Bizarre, hizo varios experimentos como la saga Geometry Wars y volvió a colaborar con Sega en el desarrollo de un nuevo juego que rompería con todo lo que había hecho el estudio en los últimos años: The Club. El título llegó a PS3, Xbox 360 y PC en 2008 y se trataba de un juego de acción en tercera persona, que pese a su relativa buena calidad no consiguió alcanzar las expectativas.
A partir de 2007, Bizarre Creations fue comprada por Activision. Una vez terminados The Club para Sega y Project Gotham Racing 4 para Microsoft, el estudio se puso manos a la obra con una nueva franquicia para su comprador y así fue como llegó Blur. Se trataba de otro título de conducción que una vez más demostraba que el estudio era un verdsadero especialista en el género. Pese a ello, una vez más, no consiguió hacerse un hueco en el mercado.
Paralelamente a ese desarrollo, Bizarre también lanzó en 2010 James Bond 007: Blood Stone, dado que en aquel entonces Activision tenía los derechos sobre la popular serie del espía. Dicho títuo tampoco consiguió los resultados esperados, por la compañía norteamericana comenzó a plantearse la reestructuración o la venta del estudio británico. Finalmente ninguna de las dos opciones llegó a buen puerto lo que obligó al cierre de Bizarre Creations a principios de 2011.
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